
Cuando entrenas estás favoreciendo el movimiento de la sangre y, por ende, estimulas los vasos sanguíneos, lo cual es fundamental para combatir la retención de líquidos (también llamados edemas). Cuando se incrementa la velocidad y el volumen de sangre que circula por un vaso, el cuerpo es capaz de eliminar el exceso de líquido de una forma mucho más sencilla. Así, hacer ejercicio es fundamental si padeces este problema.
Lo ideal para eliminar el exceso de líquido es combinar un entrenamiento aeróbico con uno de fuerza. Con cardio no es suficiente, al combinarlo con un buen entrenamiento de fuerza estaremos eliminando más toxinas. Algunos de los ejercicios que puedes hacer son:
Asimismo, es importante saber con qué entrenamiento hay que comenzar. Los expertos recomiendan empezar con la fuerza, pues de esta forma se accede a los depósitos de glucosa y terminar con cardio, que acceden a los depósitos de grasa.
Los atletas y aficionados al running son los más propensos a sufrir edemas en las piernas. Cuando se entrena o se compite por largos periodos de tiempo se suda más de lo normal, lo cual puede causar un desajuste hídrico que favorezca la aparición de los edemas. Este problema se acentúa con la llegada de las altas temperaturas, pues es más fácil sudar y «olvidarnos» de beber lo suficiente.
Para evitar la retención de líquidos con el ejercicio es fundamental beber agua correctamente. Bebe siempre en pequeñas cantidades antes (unos 400 ml), durante (dependiendo de la actividad física) y después (unos 500 ml) de hacer ejercicio.
Además de hacer ejercicio para evitar la retención de líquidos, puedes seguir algunas pautas para que las probabilidades de desarrollar un edema desciendan al mínimo:
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