
Nuestro cuerpo se compone principalmente de agua y… 36 billones de bacterias de miles de especies diferentes. Además, esas bacterias componen unos dos kilogramos de tu peso. Además de proteger nuestra salud general, los probióticos (complementos nutricionales que contienen estas bacterias) pueden favorecer tu rendimiento a la hora de hacer deporte. Recuerda que disponemos de asesoría nutricional en numerosos de nuestros centros. Consulta siempre con un experto.
Aunque hayas oído hablar de los probióticos, probablemente no sepas que la salud de este ecosistema humano repercute directamente en tu rendimiento deportivo y en tu estado en general. No es necesario que consumas cápsulas de probióticos, pero comer alimentos ricos en ellos no viene mal. Alimentos fermentados como la kombucha el kéfir o el yogur (natural) son fuentes naturales de millones de bacterias que impactarán positivamente en tu intestino. Un colon sano es fundamental para tu salud y rendimiento deportivo.
Si sigues un entrenamiento regular, no tendrás problemas para cuidar de tu microbiota, pero si eres un acérrimo deportista o quieres comenzar a entrenar a un nivel más alto, préstale atención. Los entrenamientos de alta intensidad pueden desequilibrar tu microbiota.
Si gozas de una buena salud intestinal y general, la respuesta es no. Aún así, el consumo de estos suplementos aunque no sean necesarios no suelen causar demasiados problemas, lo más probable es que no sientas ni mejoría ni empeoramiento alguno. Puedes desarrollar algunas molestias como flatulencia o diarrea que cesarán al dejar de tomar estos complementos.
Los expertos recomiendan consumir estos complementos en algunos casos concretos:
Como ya se ha mencionado, una microbiota estable sólo aporta beneficios. Con estos pequeños tips puedes mantener a tus «bichitos» en un estado óptimo:
Además, el deporte afecta al estado de tu microbiota directamente porque cambia tu metabolismo. Al cambiar la forma en la que el cuerpo consume energía, cambia la actividad de las bacterias intestinales. No te preocupes, es un cambio a mejor, pues el deporte incentiva la diversidad de la microbiota: ¡Probióticos y deporte van de la mano!
Además, el deporte también aumenta la frecuencia de las contracciones intestinales, por lo que si has comenzado a entrenar recientemente o has aumentado la intensidad y notas que vas más al baño, no te preocupes, es normal y reversible. Ten cuidado con los entrenamientos extenuantes, a veces traen más problemas que beneficios.
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